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La inigualable Brenda Milner, histórica de la neuropsicología.

Lic. Florentina Morello García


En el ámbito de la psicología, en las charlas diarias entre colegas y estudiantes, resuenan muchos nombres de autores famosos. Referentes de nuestro mundo a los cuales estudiamos e, incluso, admiramos. Sigmund Freud, Jacques Lacan, Jean Piaget, Burrhus Frederic Skinner, Aaron Beck, etc. Podría seguir nombrando a muchos más. Y sin poner en duda sus figuras ni la relevancia de sus aportes, podemos preguntarnos ¿dónde están las mujeres psi? Quizás conozcas a algunas de ellas. Una vez que uno se va adentrando en nuestra disciplina, ahí están y sus trabajos también fueron y son sumamente valiosos.


Hoy, en este 8 de marzo, me gustaría invitarlos a que hagamos un recorrido por la vida y obra de Brenda Langford, más conocida por todos como Brenda Milner, referente indiscutida en el campo de la neuropsicología.


Brenda Langford (Milner es el apellido que adoptaría al casarse) nació en 1918 en Inglaterra, en el seno de una familia apasionada por las artes, especialmente por la música. Sus estudios tempranos se repartieron entre la educación en el hogar y la Withington Girls' School en Manchester. Desde pequeña se mostró interesada por las matemáticas y en 1936 recibió una beca para estudiar en el Newnham College. Pronto descubrió que su perfil profesional se hallaba en otra disciplina y así decidió comenzar sus estudios en el área de la psicología. Fue allí que bajo el ala del psicólogo experimental Oliver Zangwill desarrolló un gran interés por los efectos que las lesiones cerebrales generaban en el comportamiento. Obtuvo su título de bachelor en 1939 en la Universidad de Cambridge.



Transcurrió la mayor parte de su vida, y aún hoy lo hace, en Montreal, Canadá, a donde debió viajar en 1944 junto a su marido, Peter Milner, por cuestiones laborales. Al llegar, consiguió un puesto de trabajo en el Departamento de Psicología de la Universidad de Montreal y en paralelo comenzó a asistir a diversos seminarios en la Universidad McGill. Fue en 1950 que comenzó sus estudios de doctorado en esta última universidad bajo la tutela del gran neurocientífico y psicólogo Donald Hebb. Además, ese mismo año, el famoso neurocirujano Wilder Penfield le pediría a Hebb que envíe a un estudiante graduado para colaborar con el estudio de pacientes en el Instituto-Hospital Neurológico de Montreal, conocido como The Neuro. Es en este momento en el cual Milner comienza a adentrarse fuertemente en el campo de la neuropsicología al evaluar a pacientes con epilepsia antes y después de su cirugía. Su objetivo era determinar los efectos a nivel comportamental de estas cirugías en las que se removía una porción del cerebro de los pacientes. Finalmente, en 1952, obtuvo su título de doctora en psicología y tomó la decisión de continuar trabajando en el instituto-hospital.


El estudio de los pacientes que habían atravesado una cirugía del lóbulo temporal la llevó en 1955 a presentar junto a Penfield los resultados hallados en dos sujetos que tenían amnesia post quirúrgica. Esta presentación sería un hito en la vida de Milner ya que, luego de la misma, los contactaría el neurocirujano William Beecher Scoville comentándoles sobre un caso similar. Sí, hablamos nada más y nada menos que del paciente conocido por todos como H.M.


Henry Gustav Molaison (hoy en día ya podemos develar su nombre) fue operado por el estado de su epilepsia en 1953. Su cuadro no respondía a los fármacos y la cantidad de crisis diarias que sufría afectaban su vida en forma severa. En la cirugía se le extirparon diferentes estructuras mediales de ambos lóbulos temporales. Por ese entonces, este tipo de procedimiento no se encontraba tan desarrollado como en la actualidad y los efectos postquirúrgicos estaban siendo estudiados. Es aquí donde juega un rol fundamental Milner, a quien se le encargó la evaluación tanto del aprendizaje como de la memoria de H.M.


Durante más de 30 años, Milner estudió el comportamiento de H.M. y realizó hallazgos que cambiarían para siempre el estudio de la memoria y el campo de la neuropsicología. El caso de H.M. aportó evidencia para sostener que la memoria es una función discreta, independiente de otras, como el lenguaje y la atención, y que no se vincula con la actividad global de la corteza, como se discutía en ese entonces, sino con regiones específicas. También arrojó luz sobre la independencia de los procesos de memoria y permitió poner a prueba algunos supuestos que se encontraban en debate, por ejemplo, la dicotomía memoria explícita e implícita o memoria episódica, memoria semántica (Milner et al., 1968; Milner et al., 1998; Scoville & Milner, 1957).


Los descubrimientos de una de las fundadoras de la neuropsicología no cesarían. Son múltiples los trabajos realizados por ella y su equipo, algunos de los cuales marcaron un antes y un después en el área de las neurociencias cognitivas. Por ejemplo, estudió en profundidad el rol del lóbulo frontal en diversas tareas y realizó numerosos hallazgos sobre los efectos de las lesiones cerebrales en dicha región (Milner & Petrides, 1984; Smith & Milner, 1984). Uno de sus trabajos más reconocidos y citados (no tanto como el de H.M. que supera las 8 mil citas) mostró que los pacientes con lesiones frontales presentaban dificultades para adaptarse a cambios en las instrucciones de las tareas (Milner, 1963). Otro trabajo que ha recibido gran interés, relacionado a las diferencias funcionales interhemisféricas, reveló el rol de las lesiones cerebrales izquierdas tempranas en la determinación de la lateralización de las funciones del habla (Rassmusen & Milner, 1977). Y así podríamos continuar por un largo rato ya que cuenta en su haber con una centena de publicaciones.


A lo largo de su vida, Milner ha recibido decenas de premios y distinciones provenientes de diversas instituciones, academias y universidades. Por mencionar uno de ellos, en el 2014 recibió el Kavli Prize en Neurociencias junto a John OKeefe y Marcus E. Raichle por sus descubrimientos en torno a las redes cerebrales especializadas en la memoria y la cognición. Además, cuenta con más de 25 títulos honoríficos (Kar, 2018). Es reconocida por su desempeño no solo como investigadora sino también como profesora y mentora. Ha tutoreado a decenas de estudiantes. Al respecto, en 2007, creó la Fundación Brenda Milner para becar a estudiantes de posdoctorado en el campo de las neurociencias cognitivas.


En el 2018, The Neuro realizó el Simposio del Centenario de Brenda Milner, dos días repletos de actividades de los que fueron parte un grupo selecto de profesionales y figuras reconocidas de todo el mundo, entre ellos algunos de sus grandes colegas como, por ejemplo, Eric Kandel (el retrato de su abrazo es, sin dudas, una de las fotos más hermosas de los últimos años del mundo académico).



Hoy en día, con sus 102 años, Milner continúa trabajando como investigadora y profesora en el Departamento de Neurología y Neurocirugía de la Universidad McGill. Hasta hace unos años, incluso, seguía tutoreando estudiantes. Sus hallazgos, su gran trayectoria y su enorme pasión por la neuropsicología la convierten en una figura referente para todos los que nos dedicamos al campo de las neurociencias cognitivas.


“Cuando miro hacia atrás, en los últimos 50 años, me parece que he tenido mucha suerte estando en el lugar correcto en el tiempo indicado pero también suficiente tenacidad y propósito para no desalentarme cuando las cosas se pusieron difíciles, como sucedía con frecuencia en los primeros días en el Instituto Neurológico de Montreal. Estoy también agradecida por mi sentido de curiosidad que me llevó a desear profundizar en los fenómenos que llamaron mi atención y que aún hoy lo siguen haciendo” (Milner, 1998).



Después de este pantallazo por la vida y obra de una eminencia de la psicología como es Milner, para finalizar, me gustaría dejarles una pregunta a modo de ejercicio. ¿Cuántas mujeres psicólogas influyentes conocen? Piénsenlo, allí están, siempre estuvieron y siguen estando. Es hora de que las reconozcamos, de que sus nombres suenen tan fuertes como los mencionados en el primer párrafo de esta nota.


Bonus Track ¿Interesados en conocer más sobre Brenda Milner? La web de la Universidad McGill tiene diferentes secciones dedicadas a ella. Además, pueden descargar gratuitamente el capítulo de su autobiografía correspondiente al libro “The History of Neuroscience in Autobiography” en la web de la Society for Neuroscience.


Referencias

Kar, A. (17 de Mayo de 2018). Premios y honores de Brenda Milner. Noticia de la Universidad McGill. https://www.mcgill.ca/neuro/article/research-neuro-xxceptional/awards-honours-brenda-milner

Milner, B. (1963). Effects of different brain lesions on card sorting: The role of the frontal lobes. Archives of neurology, 9(1), 90-100.

Milner, B. (1998). Brenda Milner en L. R. Squire (Ed.), The History of Neuroscience in Autobiography (Vol. 2, pp. 276-305). Academic Press.

Milner, B., Corkin, S., & Teuber, H. L. (1968). Further analysis of the hippocampal amnesic syndrome: 14-year follow-up study of HM. Neuropsychologia, 6(3), 215-234.

Milner, B., & Petrides, M. (1984). Behavioural effects of frontal-lobe lesions in man. Trends in Neurosciences, 7(11), 403-407.

Milner, B., Squire, L. R., & Kandel, E. R. (1998). Cognitive neuroscience and the study of memory. Neuron, 20(3), 445-468.

Rasmussen, T., & Milner, B. (1977). The role of early left‐brain injury in determining lateralization of cerebral speech functions. Annals of the New York Academy of Sciences, 299(1), 355-369.

Scoville, W. B., & Milner, B. (1957). Loss of recent memory after bilateral hippocampal lesions. Journal of neurology, neurosurgery, and psychiatry, 20(1), 11.

Smith, M. L., & Milner, B. (1984). Differential effects of frontal-lobe lesions on cognitive estimation and spatial memory. Neuropsychologia, 22(6), 697-705.



 

Florentina Morello García

Becaria doctoral CONICET

Ayudante de 1ra en Neurofisiología I

Fundamentalista de la siesta

Twitter: @fmorellogarcia


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