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La inserción laboral del Psicólogo Deportivo

Lic. Alejandro Pagano


Me despierto, preparo el mate y enciendo la PC. Como todos mis días laborales comienzo por leer los mails: en la sección social del gmail (que ahora me hace replantearme mi “vida social”) chequeo si hay cuestiones de interés. Observo que en las recomendaciones diarias de Research Gate (el facebook de los nerds) aparece un artículo de psicología deportiva, precisamente un póster publicado hace unos años en una conferencia en Toronto (Klonsky et al., 2018). Ingreso, lo leo y automáticamente me genera la necesidad de ponerme a escribir.


Cualquiera que desee iniciar sus conocimientos sobre psicología aplicada al deporte tiene una cita obligada con autores como Weinberg y Gould. En el año 2010 en su libro "Fundamentos de Psicología del Deporte y del Ejercicio Físico" estos autores dedican un apartado a los mitos circundantes sobre el entrenamiento de las habilidades psicológicas en el deporte. Uno de estos mitos, el que hoy nos convoca, hace referencia a que el entrenamiento de las habilidades psicológicas es patrimonio exclusivo de los deportistas de alto rendimiento o élite.


Se cree, desde determinados sectores del deporte, que los psicólogos deportivos solo trabajan en alto rendimiento o con deportistas profesionales; cuando en realidad, gran parte de las demandas y herramientas de trabajo del psicólogo deportivo (PD) están vinculadas con el desarrollo de habilidades psicológicas de deportistas amateurs e infanto juveniles en proceso de desarrollo.


La pregunta entonces podría ser: ¿Por qué sucede esto? Uno de los factores explicativos podría hallarse en el rol de los medios de comunicación y cierto desconocimiento sobre la labor específica del PD. Aquellos medios con mayor alcance en términos de difusión suelen establecer esta relación entre deporte de alto rendimiento y psicología aplicada al deporte, y no suelen abordar las posibilidades de desarrollo a nivel psicológico que puede tener un deportista en otros niveles de rendimiento o competición (Weinberg & Gould, 2010).


Diferentes estudios dan cuenta que habilidades psicológicas tales como la motivación, capacidad atencional, regulación de estados de ánimo, autoconfianza y control de la ansiedad entre otras, están vinculadas a rendimientos deportivos óptimos (Ramos-Cabal et al., 2018). Considerando que estas variables psicológicas pueden afectar el rendimiento de un deportista tanto como variables de carácter técnico, táctico o físico, sería esperable o adecuado que cualquier deportista (sin importar su nivel de rendimiento o competición) las entrene.


Ahora bien, me ha pasado en mis inicios como PD que al acercarme a un club o actividad deportiva, aquellos primeros discursos con los que me encontraba ponían el eje en dificultades estructurales que presentan las instituciones: “imagínate que si no tenemos para pelotas, menos vamos a tener para un psicólogo”. Argumento, desde el sentido común, válido.


No obstante, si esa fuera la principal barrera que tiene el PD, uno esperaría encontrarse planteles profesionales repletos de PD, es decir, quienes tienen el presupuesto, lo invertirán en la búsqueda de la optimización del rendimiento, ¿Es esto así? Lamentablemente, la situación no es tan simple como parece, y en su gran mayoría estos equipos profesionales prescinden de este servicio.


Vamos a ponerle datos a esta narrativa. Estados Unidos y España son dos países que están a la vanguardia en lo que a la psicología del deporte refiere. Vaamonde en 2018, realizó una investigación para clarificar el mapa laboral de los PD en España, específicamente en el fútbol. A partir de ella encontró que en divisiones inferiores (deporte amateur) un 80% de los clubes de primera división de España contaba con PD, mientras que solo el 25% de los planteles profesionales de primera división utilizaba el servicio, es decir solo 5 de los 20 equipos que componen La Liga contaban con PD. Estos datos hablarían de una consolidación del rol en el fútbol infanto juvenil y una escasez de PD en el fútbol profesional.


Por otro lado, en Estados Unidos, el panorama es igual de desalentador. Según Klonsky et al. (2018), solo un 29% de los clubes de hockey de la NHL utilizaban consultoría de psicología aplicada al deporte; en los equipos de béisbol profesional de la MLB el porcentaje era del 36%; mientras que en los equipos de básquetbol de la NBA solo el 33% de ellos trabajaba con PD. Si bien estos datos son a nivel estadístico significativamente mayores a los hallados en décadas anteriores, sigue siendo limitada la presencia de PD en equipos profesionales de Estados Unidos.


Es preciso mencionar un avance importante producido en la NBA en los últimos años: la asociación de jugadores fundó un departamento de salud mental y bienestar. A la vez que, a partir de la temporada 2019/2020, se reglamentó la obligatoriedad de al menos un profesional en salud mental con licencia (matrícula) que trabaje tiempo completo en cada equipo (Shama, 2019). No obstante, se puede observar en la reglamentación que la medida apunta al psicólogo desde un enfoque clínico, trabajando en la prevención y tratamiento de trastornos psicopatológicos, desconociendo el rol que el PD tiene en la optimización del rendimiento.


¿Cuál es el panorama en Argentina? Un reciente artículo periodístico del diario Página 12 (De Benedictis, 2020) pone en evidencia que el fútbol argentino, sobre todo el profesional, todavía está alejado de los servicios de asesoría en psicología deportiva. Hasta el año pasado, de los equipos que componían la Súper Liga Argentina de Fútbol, solo el 20,83% de ellos contaba con PD, es decir tan solo 5 de 24 (River Plate, Boca Juniors, Vélez Sarsfield, Patronato y Talleres). En lo referido al básquet, según Miranda (2020) de los 20 clubes de la Liga Nacional siete cuentan con psicólogo (Obras, Boca, Ferro, Quimsa, Oberá, Libertad y Comunicaciones). Por último, un estudio realizado durante el aislamiento con 810 deportistas y 225 entrenadores argentinos (Pagano et al., 2020), que incluye 32 disciplinas deportivas (individuales y colectivas), indicó que solo el 12,2% de los deportistas y el 11,6% de los entrenadores trabaja con PD.


Lo informado anteriormente intentó brindar al lector un estado de situación respecto a la inserción del psicólogo en el mundo del deporte, focalizando en el deporte profesional y colectivo y evidenciando un panorama desalentador. Sería adecuado continuar este trabajo a partir de la recopilación de estudios que den cuenta cuáles son las causas por las que gran cantidad de deportistas e instituciones prescinden de estos servicios.


Sin dudas, algunas de esas hipótesis estarán ligadas a aspectos que la psicología aplicada al deporte y la actividad física en Argentina, como disciplina, debe mejorar y desarrollar. Como por ejemplo el desarrollo de instrumentos de evaluación psicológica válidos y confiables o profundizar en investigaciones que den cuenta de la efectividad de las intervenciones como las existentes en otros países (Coelho et al., 2014; Davis et al., 2009; John et al., 2010; Josefsson et al., 2017; Samadi et al., 2021; Slimani et al., 2017; Walter et al., 2019).


Otras hipótesis estarían del lado de factores externos como el intrusismo o el desconocimiento del rol del PD que suele confundirse con el rol del psicólogo clínico. Incluso, podríamos preguntarnos si la experticia en ciencias del deporte de algunos de los directivos que toman decisiones sobre las contrataciones es la adecuada y/o se ve influenciada por factores extra deportivos.


Es relevante, considerando el estado de situación, que la psicología deportiva en Argentina comience a profundizar, desde un punto de vista científico y desde organismos/asociaciones que agrupan psicólogos, sobre la inserción y las dificultades con las que se encuentran los profesionales para ejercer su rol. La psicología deportiva como ciencia aplicada ha producido evidencia de su utilidad para el desarrollo del bienestar y el rendimiento de los deportistas. ¿Por qué seguir jugando en desventaja?


Referencias

Coelho, R. W., Kuczynski, K. M., Paes, M. J., Greboggy, D., Santos, P. B., & Rosa, P.D., & Stefanello, J. F. (2014). Effect of a mental training program on salivary cortisol in volleyball players. Journal of Exercise Physiology, 17(3), 46-57.

Davis, H., Baron, D., & Gillson, G. (2009). Salivary cortisol and mood reductions in an olympic athlete using cognitive behavioral methods. Handbook of Sports Psychology.

De Benedictis, A. (7 de julio de 2020). El fútbol aún mira de reojo a la psicología. Página 12. https://www.pagina12.com.ar/281038-el-futbol-aun-mira-de-reojo-a-la-psicologia

John, S., Verma, S. K., & Khanna, G. L. (2010). The effect of music therapy on salivary cortisol as a reliable marker of pre competition stress in shooting performance. Journal of Exercise Science and Physiotherapy, 6(2), 70-77.

Josefsson, T., Ivarsson, A., Lindwall, M., Gustafsson, H., Stenling, A., Böröy, J., Mattsson, E., Carnebratt, J., Sevholt, S., & Falkevik, E. (2017). Mindfulness mechanisms in sports: mediating effects of rumination and emotion regulation on sport-specific coping. Mindfulness, 8(5), 1354–1363.

Klonsky, B., Kornspan, A., Carbone, J. & Marsh, J. (3-6 de octubre de 2018). The Utilization of Sport Psychology Consultants in The National Hockey League. (Presentación de Poster). 33rd Annual Conference Association for Applied Sport Psychology. Toronto, Canada. https://doi.org/10.13140/RG.2.2.27081.36964

Miranda, I. (8 de diciembre de 2020). La salud mental también importa en la Liga Nacional. Basquet Plus. https://www.basquetplus.com/LNB-Liga-Nacional-Salud-Mental-Psicologia-Deportiva

Pagano, A. E., Marzorati, A., Fernández, C., Leandro, L., & Caicedo Cavagnis, E. (4 de septiembre de 2020). Interrupción de la actividad física y deportiva durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio derivado del coronavirus en argentina. https://doi.org/10.17605/OSF.IO/2WP8G

Ramos-Cabal, H., Salguero del Valle, A., González- Diñeiro, A, Molinero- González, O., & Marquéz- Rosa, S. (2018). Adaptación para deportes de montaña (CPRD-M) del cuestionario "Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo" (CPRD). Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación Psicológica. https://doi.org/10.21865/RIDEP47.2.13

Samadi, H; Ayatizadeh, F; Axt, G; Machado, S (2021). Comparison between mindfulness and cognitive-behavioral psychological interventions on the reduction of pre-competitive stress of elite shooters: a follow-up of 2 months. Cuadernos de Psicología del Deporte, 21(1), 192-203

Shama, E. (19 de septiembre de 2019). NBA adopts new rules requiring teams to add full-time mental health staff for 2019-2020 season. CNBC. https://www.cnbc.com/2019/09/19/nba-now-requires-teams-to-add-full-time-mental-health-ttff.html#:~:text=The%20National%20Basketball%20Players%20Association,the%20program's%20Player%20Wellness%20Counselor.

Slimani, M., Taylor, L., Baker, J. S., Elleuch, A., Ayedi, F. M., Chamari, K., & Chéour, F. (2017). Effects of mental training on muscular force, hormonal and physiological changes in kickboxers. J Sports Med Phys Fitness, 57(7), 1069-1079. 10.23736/S0022-4707.16.06421-5

Vaamonde, A. G. N. (2018). Pasado, presente y futuro del psicólogo del deporte en el fútbol español. Revista de Psicología Aplicada al Deporte y al Ejercicio Físico, 3(1), 1-15. https://doi.org/10.5093/rpadef2018a8

Walter, N., Nikoleizig, L., & Alfermann, D. (2019). Effects of Self-Talk Training on Competitive Anxiety,Self-Efficacy, Volitional Skills, and Performance:An Intervention Study with Junior Sub-Elite Athletes. Sports 7(6), 148.

Weinberg, R. S., & Gould, D. (2010). Fundamentos De Psicología Del Deporte Y Del Ejercicio Físico. Médica Panamericana.



 

Alejandro Pagano

Lic. en Psicología UBA

Especialista en Psicología aplicada al deporte y la actividad física (APDA)

Docente ATP de 1era Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Psicológico Mod. I. Cat. I.

Investigador UBACyT

Coordinador del Dpto. de Psicología Deportiva Club Atlético Nueva Chicago

Un tipo sin compasión para los juegos de mesa.



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