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Palabra Experta - Dra. Wanda Rubinstein Edición Mes del Alzheimer

Wanda Rubinstein es Dra. y Lic. en Psicología de la UBA, Especialista en Psicoterapia Individual y Familiar, Investigadora Adjunta del CONICET, Profesora Adjunta de Neuropsicología de la Carrera de Psicología y Neuropsicopatología de la Carrera de Musicoterapia, UBA, y Profesora Titular en la Universidad de Palermo. Miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Neuropsicológica Argentina (SONEPSA).

En el Mes del Alzheimer elegimos entrevistar a la Dra. Wanda Rubinstein debido a su importante labor y aporte en la temática. Tiene una larga trayectoria de casi 20 años trabajando en el Laboratorio de Deterioro Cognitivo del Hospital Interzonal de Adultos Eva Perón de San Martìn, Provincia de Buenos Aires, con pacientes con demencias, deterioro cognitivo, entre otras patologías. Actualmente realiza evaluaciones neuropsicológicas, intervenciones para pacientes con demencias y talleres para familiares de pacientes con demencias, además de sus tareas como investigadora del CONICET y la UBA, y como docente.


Entrevistadora 1 (E1): Lara Rozas

Entrevistador 2 (E2): Nicolás Vizioli

WR: Wanda Rubinstein


 

E2: Te queríamos preguntar por el principio. ¿Cómo fue que llegaste a la psicología?


WR: Bueno, la verdad es que yo cuando empecé casi el secundario podríamos decir que yo ya sabía que quería hacer psicología. Cuando empecé el CBC la materia que más me gusto fue Biología, y Antropología, de hecho hice simultáneamente en algún momento de mi carrera de licenciatura las dos carreras simultáneas, porque antropología también me encantaba, después por tiempos no pude hacer las dos cosas. Ya desde el CBC sabía que me gustaba el área de neuropsicología. Como materias electivas elegí todas las que tenía que ver con el área como Biología del Comportamiento, y cuando curse Neuropsicología me quedé porque me encantaba. Creo que en el 98 empecé como alumna a participar de la cátedra. Me costó mucho obviamente la carrera porque la mayoría de las materias eran psicoanalíticas por lo que me empecé a formar en esta temática cuando me recibí. Ahí empezó mi formación real. De hecho me he comprado pocos libros durante mi carrera y he invertido a partir de recibida en todos los libros que yo quería, pero de todas maneras es un orgullo haber sido recibida de esta Facultad, Universidad de Buenos Aires. Si bien hay algo que me dio la carrera más allá de que no la especialización que a mí me gustaba, mi carrera es gracias a la Universidad de Buenos Aires y a la vez también es una carrera que te enseña a escuchar.


E1: ¿Y cómo comenzaste con la investigación?


WR: Desde el inicio no me planteé investigar, si no estudiar esta área. En aquel momento hablé con Daniel Politis que es el Titular (de Neuropsicología de la Facultad de Psicología de la UBA) y le dije que quería empezar a meterme en el área, pero yo en ese momento quería dedicarme a la Neuropsicología de Niños, pero hace 20 años no había mucho del tema. Nada, nada. Y el Dr. Politis me dijo: “lo único que puedo ofrecerte es en adultos”. Me ofreció hacer el Doctorado en Praxias, que era lo que él venía investigando, y ahí arranqué con mi doctorado. Me presenté a becas dos veces y no me salieron. Finalmente quedé en CONICET, después de perseverar mucho. Así que bueno, mi inicio era en niños hoy después de ser madre siempre digo agradezco no haber hecho niños porque me hubiese costado mucho afectivamente. Así que agradezco no haber hecho eso, en ese momento, y hoy niños no es algo que me gusta para trabajarlo porque afectivamente me involucra desde otro lugar. Me parece muy difícil trabajar con los trastornos generalizados del desarrollo.

Así que me recibí y la beca me salió dos años después. En 2004, me acuerdo perfecto, que un 2 de enero me avisaron que había entrado a CONICET, no me olvido más. Una maravilla, una noticia hermosa. Ahí empecé a investigar.


E2: Nos contabas cómo fue tu inserción en tu carrera como investigadora. Quería preguntarte ¿Qué relación crees que existe entre la investigación y la práctica profesional?


WR: Para mi todo. Yo hoy digo que en mi vida pienso como investigadora, ya es parte de mí. Creo que realmente no hace falta hacer investigación, pero casi que les podría decir que si la investigación es parte de nosotros no hace falta hacerla. Pero si entendemos lo que es la investigación, la evidencia científica, las terapias basadas en evidencia, entendemos una manera de hacer la profesión distinta. Por ejemplo, si estamos hablando de cualquier tema voy y busco una revisión sistemática que me hable de algún tema para hablar con fundamentos.

Ni les quiero contar ahora con el COVID, yo no veo las noticias, veo los papers. Diría que ya es una forma de ser. Entonces creo que ningún profesional debería dejar de buscar la evidencia o por lo menos buscar lo que está publicado en cada uno de los sistemas para ser un mejor profesional. Incluso de tratamientos que están validados que funcionan mejor en un paciente, uno tiene que entender las limitaciones de lo que puede ofrecer.

Si en ese punto, para determinada patología tenemos un tratamiento que está validado científicamente, que tiene mejor evidencia de tratamiento, tenemos que ser éticos ahí y determinar que para esa patología ese tratamiento es el más indicado. En otros no hay una fundamentación, no hay evidencia, entonces uno puede utilizar como una multiplicidad de teorías o de tratamiento. Pero en casos que hay una patología donde se sabe que hay evidencia de tratamientos que funcionan mejor, me parece que como profesionales tenemos que saber de eso. Y en ese punto, si sabemos de eso es que hay que ir a buscar a la evidencia científica, casi que les diría que para mí es lo mismo investigación y práctica profesional. Si uno busca la investigación, lo publicado, en la práctica profesional va a ser más serio la práctica, como que va de la mano. Insisto que yo ya tengo un sesgo total y pienso que la investigación es parte de mi vida porque lo busco en cualquier tema, hasta para darle fundamentos a mis hijos (se ríe). Igual también muchos de los artículos científicos no son la verdad absoluta ni mucho menos, que también es algo que transmitimos. Hay un sesgo en lo que está publicado, así también no es la realidad absoluta, pero por lo menos tiene más evidencias que otras cosas. pero bueno, creo que van totalmente de la mano.


E1: Ya que estamos en tema con la investigación ¿Cuáles son las tendencias actuales en el estudio de las demencias?


WR: Está todo lo que tiene que ver con los biomarcadores, que son los detectores tempranos donde se desarrolla la enfermedad. Hasta hace poco, no tanto, el desarrollo más fuerte de las demencias era en los síntomas, cuando se desarrolla la patología en sí. Pero hoy se sabe sobre los biomarcadores, tanto fisiológicos como hasta incluso cognitivos. Cuando hablamos de los que comienzan 20 años del desarrollo de la enfermedad estamos hablando de marcadores en sangre, en líquido cefalorraquídeo. Entonces en la investigación hoy la lupa está puesta muchos años antes de que se desarrolle la enfermedad. Hace poco se realizó el Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC)y que se está viendo la posibilidad de ver esos marcadores en sangre. Entonces eso sería una posibilidad mucho más accesible para el análisis, porque hoy los biomarcadores que se están usando acá en Argentina y en la mayoría de los lugares son para la investigación y son metodologías muy costosas. Ver si están en sangre, en plasma, va a ser mucho más accesible. Así que el punto más importante de la investigación está ahí. También hay algunas teorías sobre la microbiota intestinal, con lo cual hay un núcleo de investigaciones que están puestas ahí.

Es importante, insisto, tener en cuenta que todos estos enfoques de investigación tienen que ver con un desarrollo 20 años antes. Todo lo que se hizo hasta ahora de alguna manera, incluso lo que se hablaba como el deterioro cognitivo leve, que era esa instancia inicial que se suponía se desarrollaba la demencia. Lo más importante ahí era trabajar sobre los factores de riesgo. Porque los factores de riesgo, como por ejemplo la diabetes, la hipertensión, la obesidad, una cosa muy interesante, es que se sabe que tienen que ver con el estilo de vida que llevamos. Y se pueden cambiar, son modificables, como por ejemplo la alimentación, o el ejercicio. Pero no a los sesenta años, sino que hay que modificarlos a los cuarenta. Por eso hay que hacer hincapié en tener un buen estilo de vida, saludable. Porque eso si va a impactar y eso si modifica que dentro de 20 años tengamos o no una demencia. Así que hoy por hoy también hay mucho foco en modificar los factores de riesgo para no llegar al desarrollo de la enfermedad.


E2: En relación con las demencias también te queríamos consultar ¿Por qué te parece importante la investigación y el trabajo en esa área?


WR: Voy a contestar cada una de las preguntas. En principio, porque me parece importante la investigación en esa área. Me parece fundamental porque ustedes saben que con el aumento de la expectativa de vida han aumentado las patologías relacionadas con la edad avanzada. Y, la demencia, particularmente aumenta justamente con la edad y es un número bastante triste que algunos estudios sugieren es que a partir de los 90, 1 de cada 2 personas va a tener demencia. Aumenta considerablemente y son números que afectan a nivel mundial, con lo cual podríamos decir que hablamos acá de una pandemia. Aunque, no es tratada como tal. A la vez es lo que vemos nosotros con los pacientes. Es una patología que de alguna manera nos va a involucrar definitivamente a todos, porque el que no la tenga va a tener un familiar.

Deberíamos invertir en investigación, porque la investigación obviamente es una inversión. Para poder trabajar sobre la patología, sobre un tratamiento, si es posible, y darle la mayor calidad de vida a los pacientes. Pensando en lo que es el aumento de la expectativa de vida, tenemos que pensar que de la misma manera aumenta exponencialmente la demencia, y si no investigamos sobre ello, definitivamente vamos a estar en problemas. Es una patología de todo el mundo. Entonces de alguna manera hay, a mi criterio, poca información aún, aunque sí fue modificándose con los años.

En el mismo sentido todo psicólogo trabaja con cualquier tipo de paciente, niño, adulto joven o adulto mayor, y debe conocer sobre esa patología para ayudar a la familia. Hay un tema que no es solo sobre el paciente, sino sobre todo el entorno familiar, los cuidadores. Un psicólogo puede atender un niño, que puede tener un abuelo, si ese abuelo tiene demencia, de alguna manera, tiene que saber de esa patología para atender algunas cosas que no se saben, se malinterpretan, se subestiman.

Por otro lado, me parece que, así como siempre digo que, el desarrollo, el ciclo vital, el envejecimiento, es una etapa de la vida que tiene sus características y es diferente de otras etapas. Incluso desde nuestra área sabemos que hay cambios cognitivos en el envejecimiento, lo que diríamos normal, no es patológico. Pero definitivamente esos cambios cognitivos hay que entenderlos, desde lo cognitivo, desde lo más neuro. También sabemos que en ese momento las personas están atravesando diferentes situaciones como la jubilación, la muerte de amigos, la muerte de un cónyuge, las patologías. Entonces, si bien sabemos que el envejecimiento no es patológico, lamentablemente tiene una mayor predisposición a determinadas enfermedades por el envejecimiento del cuerpo y de la mente.

Pero les contaba antes, muchos de estos pacientes, depende del momento, van a desarrollar demencias. Y puede ser que algunos psicólogos no sepan de esta patología, y se minimicen los olvidos de un adulto mayor que va a hacer una terapia. Si no se conoce la patología, muchas veces se minimizan esos olvidos o se los interpreta cuando lo que en realidad lo que está sucediendo es el inicio de una demencia. Con lo cual, como siempre digo, nunca está demás: si hay algún tipo de olvido, si la persona es recurrente en esto, aún siendo que el que más se queja de los olvidos no es un paciente con demencia, probablemente sea una cuestión más emocional, un paciente depresivo. Pero aún así, la única manera de decir si realmente se está iniciando un cuadro demencial es con una buena evaluación, una buena evaluación neurológica, una buena evaluación neuropsicológica. Si un psicólogo no se dedica a esto puede hacer una buena derivación, pero para eso tiene que conocer la patología. Si no la conoce, no va a saber que hay algo sospechoso y tampoco va a hacer una buena derivación.

Entonces, para mi es fundamental que sea parte del conocimiento, de la formación del psicólogo.


E1: Ahora, con el tema también del conocimiento ¿Por qué el Alzheimer tiene más difusión que otras demencias?


WR: En realidad es porque justamente hay mucho más Alzheimer, tiene más prevalencia e incidencia que otro tipo de demencias. Creo que es entre el 60- 80%, por lo cual es por eso y también por una historia. El Alzheimer es lo que antiguamente se llamaba arteriosclerosis, que antes era una bolsa de gatos donde se metían muchas más demencias y patologías psiquiátricas. Pero digamos, en la investigación es lo que tiene más años. Pero es principalmente porque es la demencia más común. Aunque hay más de 20 tipos de demencia y también es importante conocerlas, para que en algún momento los psicólogos también puedan hacer una derivación en otros casos. Por ejemplo, en la Demencia Frontotemporal Variante Conductual, es una demencia pre-senil, que se da antes de los 60 años y muchas veces se confunde con cuestiones psiquiátricas. La persona si nunca tuvo un antecedente psiquiátrico, es muy poco probable que se desarrolle a los cincuenta y pico, salvo por alguna situación traumática o algún otro evento, es poco probable que desarrolle un cuadro florido desde lo conductual. Ese tipo de demencia es muy poco frecuente pero digamos que genera mucha sintomatología. Entonces ahí sí puede caer en un servicio de psiquiatría, y como psicólogos podemos confundir con una enfermedad psiquiátrica a una enfermedad neurológica.


E1: En relación también al Alzheimer, ahora en septiembre es el Mes del Alzheimer ¿Qué importancia consideras que tiene esta fecha?


WR: Creo que es muy importante como la fecha para conmemorar cualquier tipo de patología, para concientizar. A la vez,en mis comienzo en el hospital, recibíamos pacientes que venían a evaluarse y era inviable porque venían totalmente deteriorados, llegaban tarde a la consulta. Creo que esa concientización a lo largo de estos 20 años lo que logró es que más allá de tener más instrumentos, tengamos más conocimiento. Se logró que las personas lleguen tempranamente a las consultas y si bien el Alzheimer no podemos evitarlo, digamos no hay un tratamiento que cure el Alzheimer, lo que sí podemos lograr es una mayor estimulación desde el inicio. Entonces no es lo mismo que un paciente venga a evaluarse cuando está totalmente deteriorado a que venga a evaluarse desde el inicio, porque va a recibir un tratamiento. A la vez lo que sí pasa ahora muchas veces es que están viniendo personas que tienen miedo de tener la enfermedad y cuando uno los evalúa son sujetos normales y con envejecimiento normal. Entonces creo que esta concienciación ha hecho que la gente consulte precozmente o por lo menos consulte en los estadios iniciales de la enfermedad.

Creo que aún falta mucha campaña al respecto. No hubo políticamente muchas campañas, como algo de mucha relevancia, pero sí visibilidad y cada vez más. Eso hace que la gente concurra más a la consulta, así que obviamente me parece muy importante conmemorar el día para tomar conciencia de esta patología.


E2: Y en relación a este día y a que no es algo que se puede prevenir pero si retardar su aparición ¿Qué podés decirnos como profesional en nuestro rol de psicólogos para poder retardar la aparición?


WR: En realidad es así, prevenir, si en algún momento uno cambia el estilo de vida podemos hablar de prevención, pero 20 años antes del desarrollo de la enfermedad. Por eso les digo siempre a mis alumnos que empiecen ahora porque si esperamos al envejecimiento…

Hoy hay mucha publicidad acerca de ejercitar el cerebro en adultos mayores, pero para las demencias ya es tarde eso. Si el rol del psicólogo que trabaja con estas patologías es el de estimular cognitivamente entonces cuando se detecta la enfermedad o incluso antes, lo que se hace es trabajar dándole exigencia al cerebro. Sacarlos de su zona de confort. De alguna manera lo que estamos generando es nuevas rutas de conexión. Caminos alternativos a nivel cerebral y conexiones distintas y así exigir al cerebro, para que cuando se desarrolle la enfermedad, haya una reserva cognitiva. Entonces el psicólogo, lo que hace es generar ejercitación por un lado para generar más conexiones que se están perdiendo y, a la vez, para compensar esas funciones cognitivas que están en detrimento, con otras funciones cognitivas que aun en esta patología funcionan mejor. Compensar para lograr los mismos objetivos que tienen que ver con que el paciente siga siendo lo más autónomo posible porque eso le va a dar una mejor calidad de vida.


E1: ¡Clarísimo! Recién mencionaste que todos podemos llegar desarrollar una demencia o en todo caso podemos conocer a alguien o ser allegados a alguien que tenga alguna demencia. Queríamos consultarte, sabiendo también que vos realizas talleres ¿De qué se trata el trabajo con familiares o gente que tenga alguien cercano que haya desarrollado una demencia?


WR: El tema es así: está demostrado que las personas que cuidan a estos pacientes están expuestas, como en todas las patologías, cada uno con sus características, a una sobrecarga. Entonces como la patología va aumentando, se van deteriorando más las funciones cognitivas, van apareciendo síntomas conductuales y las personas empiezan a ser cada vez más dependientes. Esto produce que muchas veces en los cuidadores que no cuentan con recursos psicológicos o económicos suficientes, se desarrolle lo que se llama sobrecarga del cuidador. Que en niveles muy altos de estrés,lo podríamos pensar en otras poblaciones como “burn out”.

Entonces estas sobrecargas generan también patologías en los cuidadores y muchas veces se habla de que hasta incluso fallece antes el cuidador que el paciente. Entonces como toda patología, se trabaja no solo con el paciente sino también con la familia. Lo que se hace por lo general son talleres para cuidadores donde uno va trabajando con el cuidador distintas temáticas que son importantes para el cuidado, como grupo de contención y grupo de apoyo. A la vez para darle herramientas a la hora de estar con el paciente, trabajar la psicoeducación, contarle lo que es la patología, cómo se trabaja y que es lo que se sugiere para el manejo conductual del paciente porque en general más allá que en el inicio y dependiendo la patología, algunas aparecen con trastornos fuertemente cognitivos y menos psiquiátricos, en otras es muy fuerte como les contaba, en la Demencia Frontotemporal Variante Conductual, aparece de entrada. Eso depende de la patología.

Incluso en el Alzheimer se habla de heterogeneidad clínica. Tenes pacientes con Alzheimer que tienen muy pocos síntomas conductuales pero lo cursan con alguna depresión o alguna apatía, y tenes pacientes donde pueden estar más agitados e irritados, o sea incluso dentro del Alzheimer mismo, hablamos de heterogeneidad clínica.

Entonces se trabaja mucho con el cuidador en el manejo de estas sintomatologías. Lo que más sobrecarga al cuidador no es lo cognitivo sino lo conductual, eso también se ha investigado. También hay que hacer mucho hincapié en cómo se le puede ofrecer herramientas al cuidador para el trabajo en lo conductual.

A la vez, otro gran problema y otras de las cosas en las que se trabaja, es que el cuidador pueda tener su espacio sin el paciente. Esto se ve muy claramente en el encuentro. Porque muchas veces están tan preocupados por saber si el paciente está bien, aunque estén en sala de espera, que no pueden estar tranquilos en el encuentro porque están pendientes del cuidado. También es difícil que haya varios cuidadores. Entonces hay uno que ocupa el rol central y eso hace que se genere un vínculo de mucha dependencia. También lo que se ve es los vínculos previos: si había un vínculo patológico, por ejemplo un vínculo tóxico entre cónyuges, un mal vínculo entre hijo y padre, se ve potenciado. Entonces uno va trabajando distintas cuestiones y se trabaja mucho con los cuidadores que tengan su espacio de independencia, de descargas, de hobby, porque sabemos que eso hace también a la calidad de vida del cuidador. Y va a impactar directamente también en la calidad de vida del paciente. Así que el trabajo de los cuidadores es casi tan indispensable como la estimulación cognitiva del paciente o el tratamiento farmacológico.


E2: Si tuvieras que recomendarle a un colega en confianza ¿Por qué le recomendarías que se inserte o involucre en el área?


WR: Yo no sé si lo recomendaría porque creo que esto es una cuestión del corazón. Digamos: te gusta o no te gusta, en base a una elección. Yo cada vez que estudio, es como adrenalina pura, me encanta. Entonces le recomendaría a un colega que ya le gusta, porque no puedo recomendarle el amor por esto, si no le gusta. Creo primero que es un campo casi todo por descubrir en algún punto. Tenemos más de cien años, pero en los últimos 20 años la tecnología nos permitió claramente un avance abismal, dar pasos agigantados en el campo de la neurociencia. Creo que tiene la particularidad de que al ser un campo nuevo, también hay mucho por hacer, mucho por descubrir, mucho por trabajar.

Un campo que aún no mencione pero estoy investigando y estoy trabajando de a poquito, tiene que ver con lo psiquiátrico. Por ejemplo, lo psiquiátrico genera trastornos cognitivos también. Además de la patología con su tratamiento, etc, los trastornos cognitivos cada vez tienen más fuerza en ese tratamiento. De hecho se está dando como un tercer tratamiento, a un paciente psiquiátrico le vas a dar la farmacología, le vas a dar la psicoterapia que necesite. Hoy ya en algunos lugares del mundo y acá también, se empezó a aceptar como una tercera pata del tratamiento a la rehabilitación cognitiva.

Es un campo que si te gusta, hay mucho campo fértil para trabajar, mucho por hacer. En otros campos uno se ve más limitado porque hay mucha oferta. Acá creo que uno si quiere meterse, va a tener trabajo seguro. Además, la neurociencia, la neuropsicología está demasiado de moda. Pero bueno también es un campo que necesita mucho estudio a diferencia de lo que se cree que es un campo fácil, es un campo totalmente complicado y lleva como mucho trabajo y mucho estudio.

Y lo que sí me parece como recomendación a alguien que duda si entrar o no, es que es un campo que abarca a la psicología. No es excluyente con todo lo que vemos en psicología, porque realmente uno trabaja en clínica con estos pacientes. Uno puede hacer mucho como profesional, aportar claramente al tratamiento, más allá de la estimulación cognitiva si el paciente está emocionalmente inestable o está angustiado uno tiene que trabajar ahí las técnicas o el abordaje que aprendió en su formación. De alguna manera no es que se excluye las otras cuestiones aprendidas del campo profesional, sino que a la vez creo que te da más posibilidades. O sea, tenés lo que es el tratamiento, digamos, de una terapia X que uno elige pero a la vez tenés el conocimiento del cerebro, como funcionan, por ejemplo, las emociones. Yo creo que la neuropsicología es un campo mucho más completo. Bueno de hecho el objeto de estudio de la neuropsicología es relacional, es la relación entre lo neurológico y lo psicológico, entonces tenés que saber de más disciplinas también para abordar la temática y para hacer la profesión.


E1: Super interesante lo que venís diciendo de la integración entre la Neuropsicología y los tratamientos cognitivos. Me quedó la última pregunta. Habías mencionado la integración de las nuevas tecnologías ¿Qué nos podés comentar al respecto?


WR: La verdad no sé mucho, porque no me dedico al tema. Pero respecto de la investigación, las nuevas tecnologías, hablo de imaginería cerebral. Todas las técnicas que son para ver el cerebro en actividad, técnicas donde uno puede poner electrodos y ver si activan. Es decir, diferentes técnicas que ayudan al estudio del cerebro y las patologías y por otro lado también nos referimos a la estimulación y la rehabilitación, es decir de poder usar las nuevas tecnologías. Hoy con la pandemia se está viendo mucho cómo a través de la virtualidad podemos estimular a los pacientes o rehabilitar con programas, de una manera diferente a la que es el lápiz y el papel.

Respecto a las demencias es complicado. Si bien los adultos mayores están más aggiornados en lo que son las nuevas tecnologías, son a los que más les cuesta también. De alguna manera la incorporación es diferente. Cuando hablo de nuevas tecnologías es eso, desde la investigación, incluso también tecnologías de otras disciplinas que hacen a la neurociencia, la química, la medicina, la farmacología. Desde ahí cada disciplina tiene nuevas tecnologías que permiten cada vez hallazgos más exhaustivos. Y a la vez, lo que es estimulación y rehabilitación con programas, realidad virtual por ejemplo. distintas cuestiones que ayudan a trabajar la estimulación o rehabilitación, dependiendo del caso.


E2: Por último queríamos preguntarte si queres comentar algo que no hayamos preguntado y qué te parece importante o si quedó algo pendiente


WR: Siendo una revista que es para estudiantes también, daría un consejo. Siempre digo en mis primeras clases. Antes la investigación era lo aburrido, lo del laboratorio, era para inteligentes. Bueno hoy sabemos que no, que la investigación la puede hacer cualquiera, que no es de laboratorio. Entonces en ese punto es una manera de insertarse seriamente en la profesión. Para mí la investigación te permite investigar los temas con mucha profundidad. Es una manera muy interesante de insertarse en la profesión.

Cada vez a más alumnos les interesa la investigación, aunque obviamente hay menos posibilidades. Además de que saben cómo está la ciencia hoy en día acá en Argentina. No está fácil, nunca lo fue. Hay cada vez más gente interesada y los cupos tienden a ser cada vez menos. De alguna manera es difícil, pero si estamos decididos, recomiendo empezar cuanto antes. Cuando se prende la duda acercarse a un Profesor de la Facultad que haga investigación y empezar a participar. De alguna manera uno puede insertarse apenas se da cuenta de que podría ser una posibilidad. Incluso está bueno decir “no me gusta” pero para decirlo tienen que haber probado. Por eso sugiero que elijan un tema que les guste, que los motive, que se acerquen a algún profesor que esté investigando. En la Facultad hay distintas temáticas de investigación, pueden empezar tomando protocolos, leyendo... para no descartar la investigación, porque la investigación no es para inteligentes, no es de laboratorio, porque es posible. En Argentina nada es fácil.

Si está la duda recomiendo a los alumnos que se metan, que pregunten y en todo caso, por más que no sea el área pero quieren hablar conmigo para ver qué sugiero, también. Hay muchas becas de investigación que provee la facultad. Hay becas de grado. Está bueno porque por un lado investigas el área y también porque después cuando uno se postula, los requisitos son cada más altos. Entonces uno tiene que fundamentar con un currículum. Cuanto antes nos empecemos a armar ese currículum para investigación es importante. Lamentablemente lo otro qué tengo que decir es que si quieren hacer investigación deberían sacarse buenas notas porque es el gran punto donde el promedio de la carrera es muy importante. Pero bueno, es un número importante qué a veces hace el corte para arriba o para abajo y qué les afecta en la resolución de las becas. así que bueno ese es un consejo.


E1: Yo creo que si alguien nos estaba escuchando o leyendo, se mete directamente y el que no lo tenía pensado, también.


WR: O no y se asusta, aunque no es la idea. Yo soy de las que persevero, no me salió nada de primera, ni siquiera el ingreso a carrera (de investigadora en CONICET), así que soy una perseverante real. Creo que por eso pienso que no es fácil investigar en Argentina. cada vez que intenté algo, no me salió de entrada. Pero como siempre digo, no es imposible y para mí es maravilloso.


E2: Bueno, te agradecemos. Siempre es un placer escucharte, sabes un montón y lo comunicas y lo transmitís de una manera muy clara, así que te agradecemos mucho.


WR: Gracias a ustedes por la invitación y por difundir la semana del Alzheimer, como les dije es muy importante que sigamos con esta difusión para concientizar a la población.


E1: ¡Gracias por todo, sos muy generosa con todo lo que sabes!





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